¡Mágica boda en Salento!

Una boda en el sur de Italia, en la provincia de Lecce para ser exactos, ciudad de arte barroco, donde el sol brilla con fuerza y reina la hospitalidad de sus gentes.

 

La boda se celebró en la Parroquia Maria SS. Assunta, una preciosa iglesia del siglo XVI. Decoraron la entrada con un arco de flores y unos originales soportes para apoyar los conos de arroz que más tarde les lanzarían los invitados. Todo en un riguroso blanco y rosa, los colores elegidos por la novia. Tanto el ramo de flores como toda la decoración floral corrió a cargo de La Mimosa.

 

La novia eligió un vestido blanco con escote en forma de corazón y un romántico lazo detrás de la cintura. Además de un largo velo en tul de seda y bordado en los extremos que era sencillamente espectácular. En el cuello lució un elegante collar de perlas.

En Puglia, como en otras regiones del sur de Italia, las tradiciones son muy importantes. Y en esta boda estuvieron muy presentes. Es por ello que los invitados fueron a recoger a la novia a su casa, quién salió acompañada del brazo de su padre y cortó una cinta de color blanco a su salida. Este gesto simboliza la separación de su familia y el comienzo de una nueva aventura. A continuación, se dirigieron todos juntos en cortejo hacia la Iglesia, donde esperaba el novio pacientemente.

Nada más terminar la ceremonia les esperaba un coche clásico en color burdeos y negro que les llevaría hasta la Tenuta Mascarini, donde continuaron la celebración junto con el resto de amigos y familiares. Esta espectacular finca del siglo XIX, cuenta con varias salas, todas ellas decoradas de una manera sobria y elegante. Los novios se valieron de ellas para hacer la celebración más dinámica y ordenada. En una de ellas realizaron la entrada y brindis como recién casados, otra la utilizaron para el cóctel de bienvenida y en otro de los salones celebraron el banquete y posterior baile.

Además, la finca cuenta con un precioso jardín, éste fue el lugar elegido por los novios para efectuar el corte de la tarta.

Fue una fiesta muy divertida, donde se bailó la tarantella, una danza típica del sur de Italia, que sacó a bailar a todos los asistentes.

Y como no podía ser de otra manera, los novios ofrecieron a sus invitados una kilométrica mesa llena de dulces y tartas típicas, una delicia para los más golosos.

No podía faltar tampoco la mesa con los confetti, unos dulces tradicionales italianos que se dan en ocasiones especiales, como bodas y bautizos. Es una mezcla entre peladilla y bombón, y están deliciosos.

Un día inolvidable, acompañados por sus seres queridos y el incesante sol de Puglia, el escenario perfecto para una boda memorable, que por supuesto los novios no olvidarán jamás.


Las fotos las realizó el equipo de fotografía WeMake Studio.

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