¡Cómo un cuento de hadas…! Así fue la boda de Carmen y Pier en Franciacorta (en el corazón de Lombardía, cerca del maravilloso Lago Iseo y a una hora de distancia de Milán).
El enlace se celebró en Castello Quistini, un antiguo castillo construido en el año 1.500 d.c, con salones llenos de historia, amplios jardines y situado entre las espléndidas colinas de Franciacorta.
La novia eligió para su gran día un precioso vestido de Nicole Spose con escote en forma de corazón y unos tirantes de seda que caían ligeramente sobre sus hombros.
Además, cabe destacar, el maravilloso encaje en la parte superior del vestido, todo ello realizado en seda.
Para el cabello, se decantó por una espectácular trenza, adornada con flores silvestres de color blanco y lila.
En el altar les esperaba un impresionante arco con rosas y hortensias en tonos rosa pastel y eucalipto, creado por Peli Giorgio, quién se ocupó de toda la decoración floral del evento.
Llama la atención por su originalidad, los asientos de los novios, en colores fucsia y rosa claro con una base dorada.
Uno de los instantes más emotivos fue la llegada de la novia al altar del brazo de su padre, acompañados de un dúo de cuerda (arpa y guitarra). Momento que sin duda no olvidarán…
Los novios escogieron un bonito cofre de cristal con flores silvestres en el interior (las mismas que adornaban la trenza de la novia) para llevar las alianzas.
La Moglie del Grafico por su parte, se ocupó de la decoración del Tableau de Mariage, de las invitaciones de boda, los meseros, minutas y tarjetas de agradecimiento que acompañaban a las kokedama que los novios regalaron a sus invitados.
Esta planta es símbolo de fuerza y unión. Sin duda, un detalle muy especial hacia sus amigos y familiares.
El catering corrió a cargo de Armani Catering.
Uno de los momentos más apreciados fue el Flower Bar. La novia es una amante de las flores, por ello decidieron sorpender a sus invitados con unas cestas llenas de diferentes tipos de flores para que compusieran su propio ramo y se lo llevaran de recuerdo.
Bailaron y disfrutaron toda la tarde gracias a la live musicband que contrataron a través de Fonx.
Fue una boda de ensueño, en un romántico castillo e impregnada de un maravilloso perfume floral.
Ya lo dije al principio… ¡Cómo en un cuento de hadas!
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